LOS PUNTOS FUERTES Y DÉBILES DE LA EDUCACIÓN EN CASTILLA Y LEÓN
La tercera práctica de
mi blog está dedicada a analizar los puntos fuertes y débiles de la educación
en Castilla y León, considerada por varios estudios como un claro ejemplo de modelo educativo. Para ello, me he basado en
dos artículos del periódico “el Norte de Castilla”. En el primero se hace un
breve repaso de las medidas llevadas a cabo por nuestra comunidad para mejorar
el rendimiento académico y en el segundo se analizan, tomando como punto de
partida la tesis doctoral de Jaime Foces Gil, las claves del éxito educativo en
Castilla y León.
Quizás la palabra más
repetida a lo largo de los dos artículos o la que más me ha llamado la atención
sea “bilingüismo”. Sí. Está claro que una de las medidas más destacadas de
nuestro sistema educativo es la apuesta por programas de inmersión lingüística.
La prueba está en que la gran mayoría de centros son bilingües y en que estos
planes de estudio se quieren adelantar a los primeros cursos de infantil.
Reconozco que vivimos en un mundo globalizado en el que el aprendizaje de
idiomas, fundamentalmente el inglés, se ha convertido en un requisito “sine qua
non” para poder defenderse medianamente en el mercado laboral. No obstante, creo
que la necesidad de dominar otras lenguas resulta, en ocasiones,
contraproducente. Los niños se ven obligados a estudiar matemáticas, sociales o
biología en inglés desde pequeños, relegando a un segundo plano su lengua
nativa. Adquieren términos muy específicos en otra lengua, pero después
desconocen el significado correspondiente en español, y como consecuencia,
presentan grandes dificultades para poder expresarse en este idioma.
Independientemente de los avances que nuestra comunidad tiene en este aspecto,
que van desde la contratación de profesorado nativo hasta el aumento de la
exigencia en la preparación docente, considero que es una medida que debe ser
puesta en revisión.
En segundo lugar, es
necesario destacar la aplicación de actividades de refuerzo para aquellos
alumnos que presentan resultados desfavorables al realizar el examen de nivel a
finales de tercero de primaria. A esta propuesta se añade la afirmación del
consejero de educación, Fernando Rey, quien considera que “nadie debe quedarse
atrás” en el sistema educativo. Reflejo de esta premisa son las medidas para
ayudar a aquellos colegios con alumnos en riesgo de exclusión social, a través
del fomento de actividades extraescolares de convivencia o de intercambio con
otros centros.
Además, otro de las
claves del éxito educativo en nuestra comunidad, es el avance progresivo en la
utilización de las nuevas tecnologías, así como el uso de los programas de
donación de libros, como el programa “releo”. Destacan también propuestas para
luchar contra el acoso virtual a los profesores, por medio de planes antiacoso,
algo muy necesario en los tiempos que corren, donde la figura del profesor ha
perdido parte de su autoridad.
Por otra parte, es
interesante y llamativo el intento de implantar la figura del profesor
colaborador honorífico, pues por medio de docentes que poseen una amplia
experiencia se pueden paliar parte de las nuevas necesidades a las que tiene
que enfrentarse la educación.
Al margen del éxito que
parece tener el sistema educativo en Castilla y León, debido en gran medida a
las propuestas comentadas anteriormente así como a razones meramente históricas,
como el pacto educativo de 1999 o la rápida alfabetización de las mujeres en el
mundo rural, en nuestra comunidad, tal y como revela el informe Pisa, sigue
habiendo un fracaso escolar elevado (de un 21%, para ser exactos). A mi juicio,
el nivel de exigencia puede ser la causa. Si relacionamos esto con la famosa
prueba de selectividad o Ebau, observaremos también que los alumnos de Castilla
y León se ven perjudicados en múltiples ocasiones para obtener la nota o la
plaza deseada debido al nivel requerido, algo que debería cambiar.
Si bien
nuestra región tiene aspectos que convierten a la educación en un modelo para
el resto de España, aún sigue habiendo ciertos matices que hacen que se pueda
mejorar.