miércoles, 2 de octubre de 2019

ACTIVIDAD DE REFLEXIÓN Y ANÁLISIS- PRÁCTICA 7


                                                                      Educar en casa

En esta práctica voy a intentar establecer una pequeña argumentación en torno a las ventajas y desventajas de educar en casa. Para ello, voy a partir de un vídeo que vimos en clase.

En primer lugar, he de decir que yo nunca he sido partidaria de la educación en casa, pues considero que una buena parte de la educación se basa en la socialización con nuestros iguales o semejantes. Precisamente es esa la parte que más en falta he echado al visualizar este corto. Los niños que aparecen en él pasan muchas horas en su hogar, pero no tienen la posibilidad de vivir experiencias con otros niños, algo, desde mi punto de vista, muy necesario para crecer tanto en el ámbito personal como profesional (pues en un trabajo siempre será necesario colaborar conjuntamente o al menos tener cierta relación con los compañeros).

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En segundo lugar, considero que la labor que realizan los docentes en los centros nunca podrá ser suplida por un padre o tutor, tal y como se muestra en el vídeo. Los padres pueden ayudar en las tareas y en algunas de las dificultades del aprendizaje, pero no pueden asumir la carga que le corresponde al profesor. Además, la relación con un padre o madre por parte de un hijo jamás será la misma que la que se establezca con un profesor. El docente, en cierto modo, actúa desde las primeras etapas de la vida como un guía fuera del entorno familiar, algo que traducido al futuro profesional equivaldría a la presencia de un jefe o superior. Por lo tanto, omitir esta aparente relación de “jerarquía” podría traer consecuencias negativas e irreparables.

Por otra parte, otro de los comentarios que entró en debate en el aula y que me resulta llamativo es el hecho de que los niños educados en casa nunca tendrán la oportunidad de experimentar el fracaso. Es cierto. Muchos de nuestros primeros “golpes” o de las anécdotas de fracaso suelen estar relacionadas con los estudios (el suspenso en una materia difícil o no deseada o la rivalidad a la hora de conseguir la mejor nota). Suprimir la oportunidad de enfrentarse a la vida es, a mi juicio, algo contraproducente y a larga, perjudicial.

Asimismo, hay que tener en cuenta que educar en casa conlleva realizar gran número de horas en el mismo lugar. Si nos fijamos en el vídeo, podemos observar que la casa en la que viven los niños se ha transformado en una especie de colegio con estancias para dormir. El mobiliario y las habitaciones se asemejan a un centro escolar. Considero que algo importante en la rutina de un niño empieza por distinguir cada espacio, partiendo de que el domicilio se corresponde con los momentos de encuentro familiar y el colegio se relaciona con funciones distintas. Además, no se puede obviar el hecho de que la imposición de un horario estricto dentro del propio ámbito familiar no siempre es aplicable a todos los casos. Hay niños que no pueden seguir con el ritmo si no tienen una imposición externa (como la que se da del colegio), lo cual traería muchos ratos muertos y por consiguiente, una gran pérdida de tiempo.

No obstante, a pesar de los aspectos negativos que he destacado también hay algunas ventajas en esta forma de educación. Los niños pueden estudiar y formarse en las materias que quieren (como matemáticas o música), viajar más holgadamente y establecer su propia rutina, algo que les permitiría madurar más rápido que el resto de niños escolarizados (aunque como he comentado anteriormente, no me parece el método educativo más adecuado).

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